¡Cuidado! ¡Los bandarras han salido a la calle!
Bandarra Street
¡Atención, Costa Brava!
Dicen que el hermano pequeño de los Bandarras ha salido a la calle… Los locales rumorean haberlo visto circular por nuestras empinadas carreteras y callejones… Rompedor, provocador, transgresor, algo gamberrillo… Dicen que ha salido de su guarida en Cal Bandarra y quiere conquistar nuestras poblaciones…
Que recorre nuestras poblaciones en un vehículo sorprendente que ensimisma a los locales… Quienes han entrado en contacto con este mini Bandarra dice que tiene un encanto irresistible… Y avisan de que, si llama a tu puerta, ¡no te resistas!
Los Bandarras saben que la mejor manera de ganar tu corazón es ofreciéndote comida de la tierra… Comida innovadora, pero sin pretensiones… Comida de casa, pero a la vez sorprendente… Así que, ¡prepárate! El día que Bandarra Street se presente en tu casa, ¡estás perdido! ¡Vas a sucumbir a sus encantos! ¡Es inevitable!
Hay bandarras, y bandarras
Se le conoce como Bandarra pero nació Aitor Sumoy. Es un hombre pasional, atrevido, impetuoso, instintivo.
Libre. Aitor es un amante de la libertad, de la imaginación y de la creatividad. En una entrevista clandestina concedida a un diario local, el periodista le pidió que lanzase las 15 palabras que definían a Aitor Sumoy. Esta fue su respuesta:
“Disfrutar, divertir, sorprender, instinto, placer, pasión, arrebato, volar, imaginar, crecer, locura, sabor, producto, Tierra, País.”
Aitor Sumoy
El Bandarra ha pasado la mayor parte de su vida recorriendo mundos.
Explorando nuevas tierras y costumbres… Probando experiencias distintas… Y aplicando todo lo que descubría en sus expediciones en una de sus mayores pasiones: la gastronomía. Porque, lo que realmente exalta y fascina al Bandarra es la libertad. La libertad gastronómica. Jugar con productos locales de primerísima calidad. Sin reglas. Sin preconcepciones. Sin restricciones.
Desde hace años a Aitor se le ve ocasionalmente en su laboratorio gastronómico.
Cal Bandarra, lo llama. Y allí, entre los callejones adoquinados de la antigua Begur, Aitor y su pandilla de Bandarras, dan rienda libre a su libertad gastronómica, sorprendiendo a los atrevidos que osan probar sus creaciones y cautivándolos para siempre con su exquisito producto local, extraordinaria elaboración y sus incomparables sabores. De la cocina de Aitor y su pandilla de bandarras salen obras irreproducibles como el Taco pastor, la Calçotada Japonesa o las Rocas de Begur en Texturas.
Comida callejera y urbana de todas partes del mundo… Street food inspirada en sus muchos viajes, en los pequeños puestos repartidos por calles de todo el mundo… Comida para compartir… Comida ideada para que TÚ disfrutes una experiencia única e inolvidable. ¡Así que, mucho cuidado con Aitor!
Porque, hay bandarras y bandarras…
¡Cuidamos la calidad de nuestras salchichas!
¡Bandarra Street...en Citroën!
Hace poco se volvió a ver… ¡No puede ser! decían los locales. La gente no sabía si era una leyenda creada por la mente colectiva o era verdad… Se sabía que un 2cv de matrícula alemana había recorrido las calles de Begur, pero había desaparecido de circulación durante mucho tiempo.
“Está siendo reparado en la escuela de mecánicos de Girona”, rumoreaban algunos. “La sal que ponen en las carreteras por el hielo del invierno había corroído el hierro del chasis”, especulaban otros.
Pero, lo cierto es que nadie sabía si el mito del atrevido Citroën naranja era realidad o producto de la imaginación de la gente del pueblo.
Hasta que el pequeño 2cv volvió a reaparecer.
Y con él… ¿Es Aitor? ¿Son los de Cal Bandarra? se preguntaba la gente desde sus ventanas. Y sí, lo eran. Porque esta pandilla de Bandarras, liderados por Aitor, había decidido conquistar las calles. Si Begur no podía visitar su laboratorio gastronómico, Cal Bandarra iría a Begur.
Si los pequeños pueblos de la Costa Brava se habían visto forzados a encerrarse en sus casas, Bandarra Street llevaría su cocina a cada uno de ellos. Conquistando cada casa. Enamorando puerta a puerta.
Transportando los sabores que les habían hecho famosos a lo largo y ancho de la Costa Brava a los hogares de sus clientes confinados. Hamburguesas, croquetas cremosas de jamón ibérico de bellota y membrillo, patatas bravas con mayonesa de wasabi…
Las incomparables invenciones de Bandarra Street empezaron a salir a la calle
En cuestión de días, Begur y pueblos circundantes estaban conquistados. Así que, ¡prepárate! El día que Bandarra Street se presente en tu casa, ¡estás perdido! ¡Vas a sucumbir a sus encantos! ¡Es inevitable!